Más allá del intercambio de libros, Nacho contó que valora la dimensión social que genera la plataforma. “Muchos intercambios derivaron en nuevas amistades, parejas e incluso familias”, señala. La plataforma se transformó así en un espacio para conectar personas con intereses comunes, más allá del libro en sí.
A menudo, los usuarios acompañan sus envíos con cartas, chocolates o pequeños regalos, evidenciando el valor humano detrás de cada intercambio. “No es solo enviar un objeto, hay una persona detrás y eso se siente”, enfatizó.
Mirando hacia el futuro, Damiano imagina Pila de Libros no solo como un espacio de intercambio, sino como una verdadera red social literaria: “Será una usina de nuevos contactos, amigos que compartan el amor por la lectura”. Y no le preocupa que se use como app de citas:
“Puede ser para conocer gente nueva que comparte la pasión por leer, no solo relaciones amorosas”, concluyó.